miércoles, 5 de marzo de 2008

Vivir es todo y es nada...

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo,
supe que todo no era más que nada.

Grito: "¡todo!" y el eco dice "¡nada!"
Grito: "¡nada!" y el eco dice "¡todo!"
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era la ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro

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